El precio de las empanadas revolucionarias
Nosotros tenemos una extraña atracción
Por la ingesta de empanadas
Como si fuera un juego
Parecido a la sorpresa
Que al darle el primer mordisco
una miraba por el huequito
Para ver cómo estaba el relleno
Y entonces, todo era goce
Para devorar su contenido
Sea de carne molida, de cazón,
De pollo, de carne mechada,
De queso rayado
O de domínó.
Por la ingesta de empanadas
Como si fuera un juego
Parecido a la sorpresa
Que al darle el primer mordisco
una miraba por el huequito
Para ver cómo estaba el relleno
Y entonces, todo era goce
Para devorar su contenido
Sea de carne molida, de cazón,
De pollo, de carne mechada,
De queso rayado
O de domínó.
Si,
En la cuarta república
Desde que uno era un chamito
Se compraban empanadas deliciosas
Por tan solo un mediecito,
luego subieron a un realito
y después a un bolívar
Pero en contraprestación
Eran empanadas mamarras
A la cual uno tenía que hacer un esfuerzo de tragavenado
Para darle diente.
En la cuarta república
Desde que uno era un chamito
Se compraban empanadas deliciosas
Por tan solo un mediecito,
luego subieron a un realito
y después a un bolívar
Pero en contraprestación
Eran empanadas mamarras
A la cual uno tenía que hacer un esfuerzo de tragavenado
Para darle diente.
Ha sido en tiempos de revolución
Que a misma empanada
Sin recibir modificación tecnológica
Haya aumentado de precio
Como si fuera un repuesto importado
Para el carro, el pc portátil
O , la televisión.
Que a misma empanada
Sin recibir modificación tecnológica
Haya aumentado de precio
Como si fuera un repuesto importado
Para el carro, el pc portátil
O , la televisión.
En estos días fui a comprar 10 empanadas
Bien temprano en la mañana
Para desayunar con mi hijo
y dos invitados
Que venían a casa
En son de compartimiento
Y cual no fue mi sorpresa
Con el nuevo precio
Del estupendo invento
Que llegaba a 50 bolos
Como si estuviera comprando
Un caldo de pollo
Además,
solo había empanada de salchicha
De perico, y hasta de repollo
-¡No joda, yo paso!
-le dije a la mujer
Y me fui al carro a buscar otro local
Que me vendiera mi empanada tradicional
De pollo, de carne
así sea de Mercal
Bien temprano en la mañana
Para desayunar con mi hijo
y dos invitados
Que venían a casa
En son de compartimiento
Y cual no fue mi sorpresa
Con el nuevo precio
Del estupendo invento
Que llegaba a 50 bolos
Como si estuviera comprando
Un caldo de pollo
Además,
solo había empanada de salchicha
De perico, y hasta de repollo
-¡No joda, yo paso!
-le dije a la mujer
Y me fui al carro a buscar otro local
Que me vendiera mi empanada tradicional
De pollo, de carne
así sea de Mercal