jueves, 16 de julio de 2015

El precio de las empanadas revolucionarias
Nosotros tenemos una extraña atracción
Por la ingesta de empanadas
Como si fuera un juego
Parecido a la sorpresa
Que al darle el primer mordisco
una miraba por el huequito
Para ver cómo estaba el relleno
Y entonces, todo era goce
Para devorar su contenido
Sea de carne molida, de cazón,
De pollo, de carne mechada,
De queso rayado
O de domínó.
Si,
En la cuarta república 
Desde que uno era un chamito
Se compraban empanadas deliciosas
Por tan solo un mediecito,
luego subieron a un realito
y después a un bolívar
Pero en contraprestación
Eran empanadas mamarras
A la cual uno tenía que hacer un esfuerzo de tragavenado
Para darle diente.
Ha sido en tiempos de revolución
Que a misma empanada
Sin recibir modificación tecnológica
Haya aumentado de precio
Como si fuera un repuesto importado
Para el carro, el pc portátil
O , la televisión.
En estos días fui a comprar 10 empanadas
Bien temprano en la mañana 
Para desayunar con mi hijo 
y dos invitados
Que venían a casa
En son de compartimiento
Y cual no fue mi sorpresa
Con el nuevo precio 
Del estupendo invento
Que llegaba a 50 bolos
Como si estuviera comprando
Un caldo de pollo
Además,
solo había empanada de salchicha
De perico, y hasta de repollo
-¡No joda, yo paso!
-le dije a la mujer
Y me fui al carro a buscar otro local
Que me vendiera mi empanada tradicional
De pollo, de carne
así sea de Mercal

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