La negra Mary Flor y Pedro Infante
Los últimos dos años habían sido estupendos, la moneda estaba fuerte, el empleo era estable y yo estaba peligrosamente acercándome a los 30 años. Recuerdo que tenía mi bello Ford LTD 1969 con sus vidrios eléctricos y ya me había comprado una casita por la esquina de El Muerto, que me había costado 30 mil bolívares.
Si, eran años muy tranquilos y siendo yo un empleado del Ministerio de Educación, la fuerza de nuestra moneda me permitía viajar a Curazao, Aruba y Nueva York como turista, pero realmente iba a comprar ropa en cantidades apreciables para la venta en el mercado de el cementerio. Eso me daba un ingreso estupendo. Entonces, decidí pedir la mano de la negra Mary Flor para hacer mi familia.
Les cuento que escogí como fecha para el evento el 1ro de mayo con todo y anillo de compromiso, serenata, brindis y todo eso. ¿Cuál no sería mi sorpresa, cuando el papá de la negra me pregunta “qué le ofrecía yo a su hija”? Eso lo sentí como un golpe en el estómago, porque yo me consideraba un buen partido y muchos de mis amigos no tenían ni remotamente lo que yo había logrado a mi corta edad.
Yo le dije al viejo que mi intención era graduarme, seguir mis estudios como futuro abogado, a pesar que no me había ido mal como comerciante, pero fui rechazado. El viejo me dijo que me graduara primero. Entonces, la negra entró en crisis y me dijo que ella no esperaría, que prefería fugarse conmigo, como sucede en las peliculas mexicanas donde Pedro Infante o Jorge Negrete no andan con miramientos para llevarse una muchacha bonita, llore quien llore.
“Les digo una cosa con la mayor sinceridad, la negra Mary Flor es lo único que yo me he robado en la vida. Aquel 2 de Mayo de 1970 era mía y no hubo viejo ocioso que retardara la entrada de esa negra a mi casa” Yo me sentía feliz, como Pedro Infante.
Yo le dije al viejo que mi intención era graduarme, seguir mis estudios como futuro abogado, a pesar que no me había ido mal como comerciante, pero fui rechazado. El viejo me dijo que me graduara primero. Entonces, la negra entró en crisis y me dijo que ella no esperaría, que prefería fugarse conmigo, como sucede en las peliculas mexicanas donde Pedro Infante o Jorge Negrete no andan con miramientos para llevarse una muchacha bonita, llore quien llore.
“Les digo una cosa con la mayor sinceridad, la negra Mary Flor es lo único que yo me he robado en la vida. Aquel 2 de Mayo de 1970 era mía y no hubo viejo ocioso que retardara la entrada de esa negra a mi casa” Yo me sentía feliz, como Pedro Infante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario