sábado, 25 de abril de 2015

La sartén de mi comadre Petra María

La sartén de mi comadre Petra María
…Yo sabía que mi comadre Petra María tenía un carácter muy agresivo, cuando sus emociones se volvían incontrolables. Ella es una mujer muy guapa, una negra de esas que todo lo tiene en su sitio y parece un sargento de esos que tiene a raya a la tropa, sin mucho esfuerzo. También, mi bella comadre es buena cocinando y moviendo las sartenes es una estrella. Entonces, yo le aconsejaba a mi compadre-su marido- que tuviera mucho cuidado con la negra, porque cada vez que llegaba tomado y tarde , aparecía la negra amenazándole con una sartén y asegurándole “…que un día de estos, le iba a dar una buena tunda”. Efectivamente, ese día llegó-quizás de tanto avisarlo-, entonces, mientras el compadre llegaba más prendido que fogón para las arepas, y no había terminado de ponerse las chancletas, se encontró con mi comadre más furiosa que una gata recién parida y con la sartén en la mano derecha moviéndose como si fuera el mismo “Zorro” con su espada en la mano y su sonrisa de sobrado. Entonces, la negra le lanzó dos sartenazos que el pobre hombre pudo esquivar en medio de su borrachera, pero al tercer espadazo -digo, sartenazo-, la negra fue más certera en la dirección del instrumento de cocina, que iba derechito hacia el rostro del compadre, quién en el último instante, logró levantar el brazo en una respuesta de protección instintiva, pudiendo rechazar el feroz sartenazo, pero no pudo evitar la fractura. Si señor, así pasó la cosa y tuvo que pasar unas horas en el centro médico, entre calmantes y sueros después que lo enyesaron, pero gracias a los mimos de su hija, su moral quedó intacta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario