jueves, 18 de septiembre de 2014

LA BUENA NOTICIA

LA BUENA NOTICIA
LUIS ALFREDO RAPOZO

El flaco Cesar tiene un año con su carro estacionado por falta de batería.

 Es increíble. Le conté esta historia a mi hermano que vive fuera de Venezuela y me dijo: “…hermano usted nació mamador de gallo y morirá siendo un mamador de gallo”, luego le dio un ataque de risa y no pudimos seguir conversando, porque pensaba que le estaba echando un chiste y se quedó atragantado  por las carcajadas.

“Caramba César, ¿Cómo es posible que estés viviendo esa tragedia, mi hermano querido?”-le pregunté al pobre flaco-.

“Te cuento –me dijo con su voz de hombre sufrido- …El sábado pasado fui a una distribuidora que queda en la subida de Maripérez, que vende baterías, pues me habían dicho que ellos tenían en la misma. Entonces, me dijeron que tenía que llevar la batería vieja para poder venderla”.

-Qué bueno flaco, entonces ¿Conseguiste la batería?-le interrumpí-. “Te cuento-me respondió nuevamente con la velocidad de un latigazo-. El Lunes me fui tempranito en un taxi cargando mi batería y resulta que no me la vendieron, porque tenía que llevar el carro también y eso que les dije que mi carro está parado. Total que me no pude comprar la bendita batería.

-Eso es insólito flaco -le dije-, cuando vayas a prender el carrito, seguramente te conseguirás con un problema, por tenerlo tanto tiempo sin uso.

 “Entonces-me siguió contando el flaco-, un amigo me dijo que podía conseguirla en una distribuidora que queda en “Los Ruices”. Fui allá-me seguía contando el flaco- para averiguar la cosa. En el negocio me dieron la buena noticia,  que sí tenían baterías, pero debía llegar como a las tres de la mañana para hacer  la cola, porque entregan cincuenta números por día.”

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