martes, 7 de octubre de 2014

La cama de Pedrito Guarache (Colaboracion de Estelita Guarapana)


La cama de Pedrito Guarache

Habían pasado siete años desde que nos habíamos ido a vivir a Caracas. Yo era una adolescente y cuando retornamos nuevamente al pueblo, llegué directamente a estudiar segundo año de bachillerato en el único liceo que teníamos y que queda cerca del stadium de baseball.  Como podrán imaginar, allí estaban mis amiguitos de la infancia  y entre todos sobresalía Pedrito Guarache, quien era como un hermano y además amiguito de toda la vida de mi hermano Joaquín. Ellos se la pasaban para arriba y para abajo juntos: Cuando Pedrito andaba montado en una mata cogiendo ciruelas, usted puede tener la seguridad, que más arriba estaba Joaquin; si Pedrito jugaba fútbol, entonces Joaquín era el portero; si Pedrito era pitcher en un juego de béisbol, Joaquín era el catcher. Sencillamente eran inseparables.

Un día mi papá le dijo a Pedrito: “… lo que faltaba era que se quedara durmiendo en la casa…”  Entonces, sucedió. Joaquín le dio su cama y desde entonces comenzó a dormir en una hamaca al lado de Pedrito.  Papá no tuvo otra alternativa que comprar una cama para Pedrito y si bien no le pudo dar su apellido, lo trataba como  a un hijo, hasta que se hizo hombre…

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