El susto en colores.
Esa mañana era paradisíaca en el pueblo de Marigüitar. Yo estaba ansioso por inflar un colchón flotante para lanzarme a las aguas del Golfo. Y lo hice. Soñaba que estaba viviendo una aventura de mar, a pocos metros de la orilla. Pero, las olas que iban y venían, me fueron llevando aguas adentro.
Entonces, el color de las aguas cambió de verde claro, hasta oscurecerse en un azul petróleo como el creyón que estaba en mi cartuchera escolar. Asustado, estuve rezando hasta que mis manos de remo me llevaron a la orilla donde el color ocre de la tierra me recibió, más pálido que el blanco de una vela.
Entonces, el color de las aguas cambió de verde claro, hasta oscurecerse en un azul petróleo como el creyón que estaba en mi cartuchera escolar. Asustado, estuve rezando hasta que mis manos de remo me llevaron a la orilla donde el color ocre de la tierra me recibió, más pálido que el blanco de una vela.
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