La noche del cacerolazo
Esa noche era la cuarta consecutiva, en que a las 8 pm, los pobladores de Caracas salían a sus balcones y ventanas con sus ollas; para hacerlas sonar al ritmo de palos y cubiertos que se estrellaban contra el acero, para sacarles un lloriqueo estruendoso, que hacía volar de las matas a las aves, que ya dormitaban escondidas en el follaje.
La gente pensaba en el desabastecimiento de productos en los mercados; la gente se quejaba por la escasez de alimentos básicos como la leche, la harina para las arepas y el alto costo de la comida en general. De esa manera, la avenida panteón retumbaba de punta a punta, haciendo un eco gigantesco que se expandía por los cuatro puntos cardinales y a lo mejor hacía retumbar las pareces del palacio de gobierno.
A los 15 minutos de haber comenzado la protesta, una nube de motorizados de la guardia nacional se apareció en la zona y tomó posesión de la esquina lanzando balazos al aire como si fuera una escena violenta de la revolución mexicana. Un muchacho fue sorprendido en la esquina, mientras transitaba, quizás retornando a su hogar, con la mala suerte, me dijo una señora que atiende un quiosco de periódicos y el cual fue volteado por los guardias como si tuviesen un hechizo haitiano.
Entonces, los guardias nacionales le descargaron un balazo en una pierna que hizo caer al muchacho como un muñeco de trapo. La gente comenzó a gritar desde los apartamentos: “asesinos", les decían; "sucios", les gritaban.
Inmediatamente, en medio del escándalo, un guardia nacional se acercó al muchacho y le dio otro balazo, como si fuera un animal, un perro callejero, un venado en el monte, un conejo saltando en la sabana.
Inmediatamente, los vecinos aumentaron sus gritos, mientras los flashes de las cámaras estallaban en el aire y allí fue cuando los guardias nacionales, lanzaron ráfagas de disparos, cuyos centellazos quedaron grabados en videos, que luego, fueron transmitidos por CNN en español y le dieron la vuelta al mundo como si estuvieran compitiendo con la velocidad de la luz.
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