viernes, 8 de agosto de 2014

James Bond en el llano

James Bond en el llano

Ese lunes, el bombillo que quedaba exactamente sobre mi cabeza y que alumbra mi computadora, empezó a pestañar como si una mujer de la mala vida me estuviese picando el ojo en una esquina y la luz parecía que estaba bailando merengue en un extraño vaivén.


Lo primero, que pensé fue en apagar la computadora, pero no lo hice porque está bien protegida con niveladores de voltaje y otros aparatos sofisticados comprados en el imperio estadounidense, en rebaja. Sin embargo, me levanté inmediatamente y apagué el televisor y algunos bombillos porque se han visto casos de bombillos que explotan por esos cambios eléctricos. Entonces, como a los 10 minutos se fue la electricidad como si fuera un viento que pasea a su albedrío por el espectro y se escapa vertiginosamente, sin dejar rastros.


Pensaba que el apagón revolucionario era local, como siempre pasa cuando cae un aguacerito desde hace como 15 años,-aunque luego, nos enteramos que solo fue en 15 estados del país-, entonces, me asomé al balcón y pude ver Caracas a oscuras de este a oeste. Solo los vehículos que transitaban por la Av. Boyacá, mantenían un río de lucecitas constantes como un ferrocarril inmenso.


Allí me encontraba, recordando los apagones de mediados de la década de los años sesenta, en el barrio donde vivía de niño y donde el cableado público era una maraña terrible, peligrosa, desordenada, que llevaba electricidad a las casas -,cuando un vecino se me acercó y me dijo que fue en plena cadena nacional con Maduro hablando .” “-Pudo haber sido una iguana con hambre en alguna parte-le dije a mi vecino-; tal vez un rabipelado juguetón mordisqueando un cable de alta tensión, o quizás-puede ser-, alguna defecación abundante de zamuros amañados encima de un poste”. Pero, mi vecino –que es un funcionario revolucionario, que trabaja en la Alcaldía-, me dijo: “No vecino. Es evidente que esto es sabotaje, para perjudicar la imagen del gobierno".


Entonces, pensé, que mi vecino como que tenía razón, en este mundo “…de guerra fría, guerra económica, sabotajes y contra sabotajes…” como si fuera una película de James Bond, en aquellos tiempos de americanos de la CIA defendiendo al mundo de unos rusos y chinos, pendientes de robar secretos y sabotear al capitalismo, cuando el ministro confirmó que era un sabotaje por la calle del medio.”

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